sábado, 1 de diciembre de 2012

Señor Anunciante, pase hasta el fondo, por favor


No puedo empezar el día sin mis piezas de fruta y mis queridos cereales
La publicidad es una fuente de financiación del cine y las series, esto es un hecho constatable, sin embargo, las formas que ha utilizado el Sr. Anunciante para introducir sus productos en los hogares de los consumidores han ido evolucionando sustancialmente desde que se han utilizado.

A esta técnica, se le llama de un modo genérico Publicidad por emplazamiento (Product Placement), es decir, al hecho de que salga un producto de una marca concreta dentro de una escena.

Podemos encontrar, básicamente dos modos de utilizar la técnica:

Qué rápido va mi Apple
  • Emplazamiento pasivo: En este modo, el producto aparece en la escena como parte de la decoración, pero sin interactuar con el personaje (al abrir el armario aparece una bolsa de cereales). Esto te cuesta, por poner una cantidad simbólica, 1.000 euritos.
  • Emplazamiento activo: En este modo, si se trata de un modo sin alusiones el producto aparece e interactua con el personaje. Esto ya te cuesta 5.000 euritos (en el desayuno, los personajes toman los cereales). Pero si quieres, puedes pagar más, puedes optar por el modo con alusiones para que el personaje haga referencia explícita a lo bueno que es tu producto, ahí te toca pagar ya 10.000 (el personaje dice que estos cereales están de muerte).

Las técnicas son muy diferentes entre el cine y las series.


Mira esta foto en mi nuevo smartphone
En el cine, es habitual ver marcas de coche y de móviles como principales reclamos, aunque nunca falla el clásico refresco de cola. La ventaja fundamental con la que cuenta el cine es que no te puedes levantar de la butaca, por lo que, con que el producto salga en la escena, ya has conseguido tu objetivo.

En las series, por el contrario, al tener la competencia del zapping en los momentos de publicidad, es más habitual el emplazamiento activo. Existe un emplazamiento activo con alusiones muy habitual últimamente, que supone recrear el escenario de la serie (la cocina, la habitación, el despacho de los personajes) de modo que se habla explícitamente del producto, pero sin formar parte de una escena de la serie. En estos casos, existe la obligación de que aparezca el clásico rótulo de publicidad en la parte superior de la pantalla

Un buen truco de magia: Nada por aquí, nada por allá, toma valla publicitaria.

La evolución de esta técnica ha llegado a límites insospechados con lo que se denomina Publicidad por emplazamiento Virtual (Product Placement Virtual), de reciente (relativamente) instauración. Con esta técnica, se inserta digitalmente el producto dentro de la escena una vez ha sido rodada. Así, en cada reposición de una serie, o según va avanzando, puede insertarse una nueva publicidad.


Te apetece una cervecita?
Con tanto cuento me ha entrado sed
Gracias a esta nueva técnica, en una escena de una serie podemos ver que están emitiendo en una televisión el trailer de una nueva película que van a echar el cine, o un anuncio de detergente. O podemos colocar en una escena lo que nos interesa en la mesa en la que están hablando los protagonistas.

Así, que, si después de ver el último capítulo de Érase una vez os apetece una conocida marca de cerveza (no digo la marca que a mí no me han pagado), ya sabéis el motivo, y hasta el próximo blog.

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