A tan solo dos capítulos para que acabe la tercera (si no contamos la precuela) y última temporada de Spartacus, titulada War of the Damned (La guerra de los condenados), está a punto de despedirse de la parrilla televisiva una de las mejores series que se han emitido en la televisión en los últimos años. En su momento ya dediqué una entrada a esta genial serie, pero no quería que fuera de los pocos temas que se vayan a repetir en este blog. En esta última temporada hemos asistido al cénit que alcanza el ex-gladiador, liderando un numeroso ejército, y apoyado por sus lugartenientes Crixus y Agron, y la inestimable ayuda de la mortal espada de Gannicus. Ante tal ofensiva y la amenaza que suponía, Roma envía a su mejor hombre, a Marcus Crassus, que junto con su hijo Tiberious y a un joven Julio César, plantan cara a Spartacus, gracias a contar con un numeroso ejército (financiado por el Imperator) pero, sobre todo, con una gran estrategia. En el pasado capítulo, el número 3x08, pudimos presenciar la caída (SPOILER) del, hasta ese momento, galo invicto, Crixus, cuyas diferencias con Spartacus fueron creciendo en esta temporada hasta que, finalmente, tomaron caminos separados, llegando hasta las mismísimas puertas de Roma, pero interceptados por el ejército de Craso. Nos quedan, pues, dos capítulos repletos de acción e historia, porque, si algo ha logrado esta serie, ha sido saber combinar perfectamente las dosis de acción y de historia, sin pecar de mucho ni de poco, como tan mal está combinando últimamente The Walking Dead, por ejemplo. Lejos, muy lejos, ha quedado la arena y las grandes luchas, dando paso a escenas de batalla mucho más colosales, pero sin perder las excelentes dosis de intriga, acción, sangre y sexo que tan alto han llevado a esta serie. Spartacus, en esta última temporada, ha entendido el valor de la libertad, dejando a un lado aquella ansia de venganza que le llevó a escaparse del ludus de Batiatus y que le permitió llegar a liderar un ejército. Si seguís esta serie con tanta pasión como yo, tendréis una mezcla de ganas de ver terminar la temporada y pena porque acabe, pero así son las series buenas, hay que saber despedirse a tiempo y por todo lo alto. En otra entrada os traeré más material y curiosidades sobre esta impresionante serie, prometido queda. Os dejo con el tema central, que me apasiona
Hasta el próximo blog y vamos Spartacus, llena el suelo de sangre romana hasta el final! ;-)
Permitidme hacer una pequeña reflexión sobre algo que me acabo de inventar. Cuando vamos al cine, lo que vemos es la versión, llamémosla Versión Distribuida, podría llamarse oficial de una película. Como sabréis, u os podéis imaginar, se trata de la versión (en lo que a metraje se refiere) que ha quedado de una película tras el montaje previo del director. Es decir, el director (ayudado, por supuesto, de todo su equipo), termina una cinta con un metraje X, vamos a imaginarnos, de 2 horas y media. Los directores ya saben que no pueden pasarse de una duración más o menos establecida que está establecida entre 90 y 120 minutos. Los productores son muy estrictos en lo que respecta a este tema, puesto que cada minuto de metraje es muy caro en lo que respecta a la posterior distribución. En contadas ocasiones aceptan un metraje superior a 180 minutos. A veces, al pobre director, le toca quitar metraje de la película, para que llegue a la duración exigida, llegando incluso a casos en los que un personaje desaparece totalmente de la versión final. Lo más habitual es eliminar escenas de las que se pueden prescindir sin que la historia final quede dañada. Una vez ha sido estrenada la película, y agotada su tiempo de exhibición (vamos, que ya no va ni Dios a verla), le toca al turno al DVD y al Blu Ray. En estas ediciones, podemos encontrarnos con dos alternativas:
La barata, vamos a llamarla así, en la que tenemos un disco con la película en su versión distribuida y otro disco con las escenas eliminadas, aquellas que no pudieron entrar en el metraje de los cines.
La cara, y que solo
pueden emitirse grandes títulos, y que se conoce como la Versión Extendida, Versión del Director, o Director's Cut. En esta opción, se muestra el montaje que el Director quiso realmente mostrar, con las escenas eliminadas integradas dentro de la película, con el doblaje, música y todo lo necesario.
Bien, pues yo quiero ir un paso más allá, digo yo, por qué no montar una tercera versión, que podríamos bautizar como Versión del Espectador, yo pido una versión para los que nos encanta revisionar las películas y nos quedamos viendo las reposiciones de los títulos que más nos gustan aunque sea tarde una y otra vez. Para los que, cuando vamos pillados de tiempo nos ponemos a adelantar la película que estamos viendo mientras no hay acción en la peli para poder ver la siguiente gran escena. En serio, yo sería capaz hasta de verme todas las películas de Crepúsculo si me pudiera bajar una versión con solo las escenas de pelea. Cuando vemos un clásico, estamos deseando que llegue esa escena que nos ha quedado para siempre en la retina, hasta nos ponemos nerviosos cuando empieza la escena. Cuando le traen la comida a Hannibal en El Silencio de los Corderos, Cuando BraveHeart llega en caballo al pequeño fuerte de los ingleses con las manos a paso lento en su caballo, la escena de la estación de Los Intocables... son tantas y tantas... Lo dicho, lo mismo hasta hago una página de esas de conseguir votos para que la industria del cine me haga caso.
Vosotros si eso me votáis, y hasta el próximo blog!
En esta última temporada hemos asistido al cénit que alcanza el ex-gladiador, liderando un numeroso ejército, y apoyado por sus lugartenientes Crixus y Agron, y la inestimable ayuda de la mortal espada de Gannicus. Ante tal ofensiva y la amenaza que suponía, Roma envía a su mejor hombre, a Marcus Crassus, que junto con su hijo Tiberious y a un joven Julio César, plantan cara a Spartacus, gracias a contar con un numeroso ejército (financiado por el Imperator) pero, sobre todo, con una gran estrategia.
En el pasado capítulo, el número 3x08, pudimos presenciar la caída (SPOILER) del, hasta ese momento, galo invicto, Crixus, cuyas diferencias con Spartacus fueron creciendo en esta temporada hasta que, finalmente, tomaron caminos separados, llegando hasta las mismísimas puertas de Roma, pero interceptados por el ejército de Craso. Nos quedan, pues, dos capítulos repletos de acción e historia, porque, si algo ha logrado esta serie, ha sido saber combinar perfectamente las dosis de acción y de historia, sin pecar de mucho ni de poco, como tan mal está combinando últimamente The Walking Dead, por ejemplo.
